Este es una estructura vital que conecta al bebé con la placenta durante el embarazo. Es por medio de él que el feto recibe el oxígeno y los nutrientes esenciales para su desarrollo. Sin embargo, una vez el bebé nace, el cordón termina de cumplir su función y debe ser cuidado adecuadamente hasta que se desprenda de forma natural del cuerpo del bebé.
A continuación, te llevaremos a explorar la importancia del cordón umbilical, enseñándote cómo cuidarlo correctamente para asegurar una correcta cicatrización y salud del recién nacido.
¿Qué es el cordón umbilical?
Este es similar a una manguera flexible y resistente que conecta al bebé con la placenta de la madre. Está compuesto por dos arterias umbilicales encargadas de llevar la sangre desoxigenada y desechos del feto hacia la placenta, una vena umbilical que transporta sangre rica en oxígeno y nutrientes desde la placenta hacia el feto y algo conocido como gelatina de Wharton, la cual es una sustancia gelatinosa que rodea y protege los vasos sanguíneos dentro del cordón.
Durante todo el desarrollo del embarazo, el cordón umbilical es fundamental para la supervivencia y la correcta evolución del feto, debido a que como lo mencionamos anteriormente, este facilita el intercambio de oxígeno, nutrientes y desechos entre la madre y el bebé.
Importancia y funciones del cordón umbilical
- Transporte de nutrientes y oxígeno: a través de la vena umbilical, el cordón umbilical lleva sangre oxigenada y nutrientes esenciales desde la placenta al feto, asegurando un adecuado crecimiento y desarrollo.
- Eliminación de desechos: las arterias umbilicales transportan sangre desoxigenada y productos de desecho desde el feto a la placenta, una vez llegan allí se eliminan a través del sistema circulatorio materno.
- Protección de los vasos sanguíneos: la gelatina de Wharton protege los vasos sanguíneos del cordón umbilical, evitando su compresión y asegurando un flujo sanguíneo continuo y seguro entre la madre y el bebé.
¿Qué hacer con el cordón umbilical después del nacimiento?
Una vez el bebé nace, culmina la función del cordón umbilical, dejando de ser necesario para la circulación sanguínea. El cordón se amarra y se corta, dejando lo que conoceremos como muñón, el cual eventualmente se secará y se caerá por sí solo.
Este proceso generalmente ocurre entre una y tres semanas, pero durante este tiempo es crucial cuidarlo adecuadamente para prevenir infecciones y asegurar una correcta cicatrización.
Cuidados del cordón umbilical
El cuidado del cordón umbilical es una parte esencial del cuidado del recién nacido. Aquí te compartimos una guía detallada para asegurarnos de que este sane adecuadamente:
- Mantenlo seco: esto promoverá una cicatrización rápida y evitará la aparición de infecciones. Para esto se recomienda bañar al bebé con esponja, evitando sumergirlo en el agua hasta que el muñón se caiga y doblar el borde superior del pañal hacia abajo para evitar que haya roce entre ambos.
- Evita el uso de productos como alcohol, cremas u otros productos: es recomendable dejar el muñón al natural, permitiendo así que el aire lo seque.
- Asegúrate de mantenerlo limpio: en caso de que este se ensucie, puedes limpiarlo suavemente con agua y secarlo con una gasa estéril, sin frotarlo y evitar hacer presión excesiva.
- Viste el bebé con ropa ligera: durante este tiempo, la ropa suelta y de algodón serán la mejor alternativa, pues así evitarás el frote constante y la presión de la ropa con el muñón, permitiendo una mejor circulación de aire y reduciendo el riesgo de irritación.
Estos son los signos de infección
Aunque raramente se presentan infecciones del muñón umbilical, es importante estar alerta a los signos de una posible infección para consultar al pediatra y actuar rápidamente:
- Enrojecimiento alrededor del muñón
- Hinchazón
- Secreción con mal olor
- Fiebre
- Sangrado persistente
Cuidados después de la caída del muñón
Una vez este se cae, es normal que quede una pequeña herida que cicatrizará en pocos días. Es importante que durante este tiempo se continúe con las siguientes rutinas:
- Mantenlo limpio y seco: sigue limpiando suavemente el área con agua de ser necesario.
- Quédate alerta a los signos de infección: aunque ya se haya caído, esta sigue siendo una zona sensible y delicada, por lo que es importante seguir vigilando cualquier signo de infección.
Cuidar adecuadamente el cordón umbilical promueve una cicatrización rápida, ayudando a que se seque y se caiga en menor tiempo y previene complicaciones que pueden ocasionarse por el uso de productos innecesarios y que pueden provocar irritación o la aparición de infección, lo que se traduce en tranquilidad para los padres primerizos y el bienestar garantizado del recién nacido.
Mitos y realidades sobre el cuidado del cordón umbilical
Mito: es necesario limpiar el muñón con alcohol o crema.
Realidad: actualmente, se sugiere que dejar el muñón al natural y mantenerlo seco es más efectivo para la cicatrización.
Mito: el muñón umbilical debe cubrirse para protegerlo.
Realidad: es mejor dejar el muñón descubierto y expuesto al aire para que se seque más rápido.
Mito: un poco de sangre al caerse el muñón es motivo de alarma.
Realidad: es normal que haya una pequeña cantidad de sangre cuando el muñón umbilical se cae. Sin embargo, el sangrado persistente o excesivo debe ser evaluado por el pediatra.
Como padres, es importante estar informados sobre las mejores prácticas para el cuidado del cordón umbilical, teniendo en cuenta que no porque este ya haya terminado su función pierde importancia, sino que continúa requiriendo un protocolo de cuidado, el cual no solo promueve la salud del recién nacido, sino que también proporciona tranquilidad durante esta etapa crucial de la vida del bebé.
Te recomendamos siempre acudir a tu médico de confianza en caso de tener dudas o requerir acompañamiento en algún momento tanto durante la evolución del embarazo como del postparto.
Con amor, tus amigos por siempre. cocco & lolo.