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¿Costra en el cuero cabelludo del bebé? Causas y tratamiento

Conocida como costra láctea, esta es una afección común en los recién nacidos y bebés. Se caracteriza por la aparición de escamas o costras grasientas en el cuero cabelludo y es generalmente temporal e inofensiva.

Aquí exploraremos juntos y a detalle qué es la costra láctea, por qué aparece y cómo tratarla de manera efectiva para asegurar la comodidad y bienestar del bebé.

¿Qué es la costra láctea?

También conocida como dermatitis seborreica infantil, es una afección cutánea que afecta principalmente el cuero cabelludo de los bebés. Se caracteriza por la formación de escamas o costras amarillentas y grasientas que pueden variar en tamaño y grosor.

Comúnmente, ella aparece en el cuero cabelludo, pero también puede aparecer en áreas como las cejas, detrás de las orejas, la nariz y el área del pañal.

 

 

¿Por qué aparece la costra láctea?

Esta es una afección bastante común y aunque no se conocen sus causas exactas, estos son algunos factores que contribuyen en su aparición:

  • Hormonas maternas: se dice que las hormonas maternas que pasan al bebé durante el embarazo y la lactancia pueden estimular las glándulas sebáceas de este, causando una producción excesiva de sebo en la piel.
  • Levaduras y hongos: la presencia de ciertas levaduras o hongos en la piel, como Malassezia, puede contribuir al desarrollo de la costra láctea. Estas levaduras pueden crecer en las áreas de mayor grasa de la piel y causar inflamación.
  • Genética: algunos estudios mencionan que la costra láctea puede tener un componente genético, lo que significa que es más probable que un bebé desarrolle costra láctea si se tiene antecedentes familiares de dermatitis seborreica u otras afecciones cutáneas.
  • Sistema inmunológico: sabemos que el sistema inmunológico del bebé aún es débil, lo que puede jugar un papel importante en la aparición de la costra láctea, ya que es menos eficaz en la regulación de la respuesta inflamatoria de la piel.

Síntomas de la costra láctea

Aunque esta es fácilmente reconocible por sus características físicas, a continuación de mencionaremos los síntomas más comunes para que puedas identificarla:

  • Escamas grasosas o aceitosas: suelen ser parches de escamas amarillentas o en tonos blanquecinos que suele ser grasientas al tacto.
  • Enrojecimiento: es común que la piel debajo de las escamas pueda notarse ligeramente enrojecida o inflamada.
  • Prurito: generalmente la costra láctea no produce picazón, pero en algunos casos los bebés pueden sentirse incómodos o irritados.
  • Alopecia temporal: cuando se presentan casos severos, las escamas pueden provocar la caída temporal del cabello en las áreas afectadas.

¿Cuándo se diagnostica la costra láctea?

Este diagnóstico es generalmente clínico y se basa en la apariencia de las escamas y la ubicación de las mismas. Este puede ser dado por un pediatra durante un examen físico de rutina y rara vez se necesitan pruebas adicionales.

 

Tratamiento de la costra láctea

Aunque este a simple vista puede ser en ocasiones impactante, es importante saber que generalmente no representa ningún peligro para el pequeño y suele desaparecer por sí sola con el tiempo, hay varias formas de tratarla y aliviar los síntomas. Aquí te daremos una guía completa para tratarla en casa y buscar que se elimine por completo:

  • Lavar el cuero cabelludo con regularidad: hazlo utilizando un shampoo suave y adecuado para bebés, asegúrate de que no tenga componentes que puedan causar irritación.

El lavado debe realizarse cada dos o tres días con el fin de mantenerlo limpio sin irritar la piel y debe hacerse realizando movimientos suaves y circulares, evitando frotar con fuerza.

  • Usa aceites naturales: estos pueden ayudar a suavizar y aflojar las escamas, facilitando su eliminación. Entre los más recomendados están los de coco y almendras, los cuales pueden ser aplicados en pequeñas cantidades sobres el cuero cabelludo del bebé y dejarlo actuar durante algunos minutos para después enjuagar.
  • Cepillado suave: cepilla suavemente el cuero cabelludo del bebé utilizando un cepillo de cerdas suaves para ayudar a aflojar y eliminar las escamas. Esto puedes hacerlo después de aplicar el aceite o después de lavar con shampoo.
  • Tratamientos médicos: cuando el caso es severo o persistente, el pediatra puede recomendar tratamiento médico que incluya cremas antifúngicas si sospecha que la levadura Malassezia está contribuyendo a su aparición o cremas con hidrocortisona para reducir la inflamación.

¿Cómo prevenir la costra láctea?

Aunque esto no siempre es posible, estas son algunas medidas pueden ayudar a reducir su aparición:

  • Higiene regular: procura mantener el cuero cabelludo del bebé limpio con lavados regulares, esto puede ayudar a prevenir la acumulación de sebo.
  • Hidratación adecuada: utilizar aceites naturales y asegúrate de mantener la piel del bebé, así previenes la resequedad y la formación de escamas.

 


¿Cuándo consultar al pediatra?

Aunque la costra láctea suele ser inofensiva y tratable en casa, hay momentos en los que es importante consultar al pediatra:

  • Infección: si el área afectada está muy roja, hinchada, caliente al tacto, o si hay secreción (pus), podría ser señal de una infección.
  • Persistencia: si esta no mejora después de algunas semanas de tratamiento en casa, o si empeora con el pasar de los días.
  • Incomodidad: si el bebé parece estar molesto o incómodo debido a la costra láctea, consulta al pediatra para obtener orientación adicional.

Recuerda que…

  • Si ves que aparece en el cuero cabelludo de tu bebé o ves a otro pequeño con esta reacción es importante tener en cuenta que esta es una afección común en los bebés que no se da como resultado de una mala limpieza y no es contagiosa, ni dolorosa, aunque en ocasiones y de acuerdo a su severidad puede provocar irritación.
  • Ante su aparición no pierda la calma, aunque puede parecer alarmante, es generalmente inofensiva y temporal.
  • Comprender qué es, por qué aparece y cómo tratarla correctamente puede aliviar las preocupaciones de los padres y asegurar el bienestar del bebé.
  • Sigue siempre los consejos de tu pediatra y busca siempre tener una buena comunicación con este. Así podrás manejar la situación de manera efectiva y garantizar que la piel del bebé permanezca saludable.

Con amor, tus amigos por siempre. cocco & lolo.

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