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Embarazo de alto riesgo: causas y cuidados

Cuando hablamos de embarazos de alto riesgo, tiene lugar la probabilidad de tener un parto prematuro, el cual pone principalmente en riesgo la vida del pequeño debido a que nace antes de las 37 semanas. Este puede presentarse antes o durante el proceso de gestación y en la mayoría de los casos se da como consecuencia de alguna patología.

Esperar la llegada de un nuevo bebé puede ser uno de los momentos más especiales e importantes para la familia, pero este proceso representa controles, exámenes y preparativos tanto para que el cuerpo de la madre esté en condiciones de formar y dar a luz a un pequeño, como para que él se desarrolle correctamente y que su llegada al mundo sea de total plenitud y tranquilidad.

Conoce los síntomas de un parto prematuro

Cuando una mujer es gestante, a través de diferentes exámenes el médico profesional puede categorizar el embarazo que se está presentando, esto con el fin de continuar con chequeo normal o asignar uno más especializado y con mayor frecuencia en caso de ser necesario. En este punto es importante señalar que el riesgo de un embarazo no es siempre diagnosticado al inicio de este, también puede suceder con el paso de las semanas y junto al diagnóstico médico, se pueden presentar los siguientes síntomas:

  • Contracciones regulares y en ocasiones dolorosas
  • Pérdida de líquido amniótico a través de los genitales antes de la semana 37
  • Cambios en el flujo vaginal
  • Sensación de presión vaginal
  • Sangrado similar a la menstruación

embarazo alto riesgo

Estas son algunas de las patologías asociadas a un embarazo de alto riesgo:

  • Preeclampsia: ocurre cuando la madre presenta aumento en la presión arterial y niveles altos de proteína en la orina, lo que puede ocasionar otras sintomatologías como: intensos dolores de cabeza, hipersensibilidad a la luz, vómitos o náuseas, retención de líquidos en diferentes zonas del cuerpo, entre otros.
  • Diabetes gestacional: se presenta con una alteración en el metabolismo cuando el cuerpo es incapaz de producir o utilizar la insulina necesaria para que la glucosa entre a las células y se transforme a energía, ocasionando así una hiperglucemia. Esta patología afecta a la madre, pero en mayor medida al bebe, ocasionando que este crezca más de lo normal, que aumente el líquido amniótico y que se desarrolle una sobredistensión del embarazo, facilitando que ocurra un parto prematuro.
  • Restricción en el crecimiento intrauterino: ocurre cuando el bebé no crece correctamente y como resultado el pequeño presenta desnutrición ocasionado por falta de oxígeno y nutrientes.
  • Embarazos múltiples: en estos casos el riesgo aumenta si hay más de un feto, pero solo hay una placenta. Pues en los casos de embarazos múltiples cada bebé debe tener su propia placenta y su propio saco amniótico.
  • Colestasis intrahepática del embarazo: conocido como una infección hepática que puede darse en la etapa final del embarazo y puede provocar comezón intensa sin sarpullido principalmente en manos y pies, pero puede presentarse en otras partes del cuerpo. Esta infección se asocia a la orina oscura, provocada por mala circulación de los ácidos biliares.
  • Infecciones urinarias: aunque estas son un poco más frecuentes en las mujeres, su presencia durante el embarazo toma más importancia, pues debe ser tratada con los antibióticos necesarios asignados por un médico profesional para combatir el cuadro infeccioso y evitar que se produzca un parto prematuro.
  • La edad de la madre: a medida que la mujer alcanza una edad más avanzada, aumenta el riesgo de tener un embarazo de alto riesgo, especialmente en mujeres mayores de 40 años que tienen el deseo de concebir, pues aunque esta tenga una buena salud, la gestación trae cambios corporales que no se comportan en igual medida según la edad.
  • Enfermedad crónica o puntual de la madre: patologías como epilepsia, hipertensión, insuficiencias renales, cáncer, obesidad y demás afecciones en conjunto con el cambio hormonal que presentará la madre, puede influir negativamente en la correcta evolución del embarazo y desarrollo del bebé.
  • Historia clínica de la madre: en los casos en los que la madre anteriormente presentó un embarazo prematuro, la nueva concepción suele requerir un acompañamiento más especializado para reducir los factores de riesgo.

Adicionalmente, existen otras causas que se pueden considerar como malformaciones genéticas, infecciones, hipertensión, consumo de alcohol, tabaco, drogas o ciertos medicamentos.

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Cuando una madre es diagnosticada con un embarazo de alto riesgo además de tener que comprometerse con un seguimiento y control riguroso, el apoyo de toda la familia es muy importante, debido a que esta situación puede traer consigo nervios, ansiedad e inestabilidad emocional.

Implementar hábitos de vida saludable, responder a un correcto plan alimenticio que le proporcione tanto a la madre como al bebé los nutrientes necesarios y hacer ejercicio físico asesorado por el médico profesional que lo esté acompañando en este proceso, son algunas alternativas a tener en consideración por parte de las madres que están atravesando por este proceso para disminuir el aumento del riesgo gestacional.

Esperamos que esta información te haya sido útil. Igualmente, en caso de tener dudas sobre la evolución de tu embarazo, te invitamos a buscar siempre la respuesta con el especialista que te esté acompañando durante esta etapa y que te brinde las soluciones específicas para tu caso.

Con amor, tus amigos por siempre. cocco & lolo.

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